libertad absoluta de conciencia

RELACIONADOS »
En esta página, encontrará respuestas a las preguntas más frecuentes, actualizadas y fiables. Si no encuentra la respuesta que busca, puedes contactarnos directamente a través del formulario de la sección Contacto.
¿CÓMO SE ENTRA EN LA MASONERÍA?
Antiguamente era muy difícil llamar a las puertas de la Masonería, siendo necesario conocer previamente a un masón que era quien debía presentar a su logia la propuesta de ingreso. Hoy en día, los espacios virtuales como este lo han facilitado enormemente, siendo las solicitudes presentadas directamente por las personas interesadas.
El proceso de admisión en la Masonería parte de una solicitud personal, que puede realizarse a través de este formulario. Una vez recibido comienza un procedimiento que consta de al menos tres entrevistas personales, una cita denominada «pase bajo venda» y la votación por parte de los miembros de la logia.
La admisión en la Masonería no es algo automático ni rápido, suele tardar meses entre la solicitud y la iniciación. Desconfíe de quien le proponga ingresar en una entidad masónica sin pasar el «proceso de aplomación». Este protocolo de admisión forma ya parte de la iniciación ritual, a modo de preámbulo, y se viene practicando desde el s. XVIII, además de garantizarle que todas las personas que encontrará han pasado por lo mismo que usted bajo criterios y medios objetivos y no por una selección arbitraria y unipersonal.
¿CÓMO SE SALE DE LA MASONERÍA?
Si el ingreso en la Masonería supone una serie de pasos que integran un proceso largo y difícil, la salida, por el contrario, sólamente precisa la presentación de una carta de dimisión dirigida al presidente de la logia, quien le dará lectura pública en la siguiente reunión y quedará registrada en el acta correspodiente.
Así de sencillo.
¿PARA QUÉ SIRVE LA MASONERÍA?
Como decíamos, la Masonería es un método de crecimiento personal. Algunos estudiosos la han denominado «Escuela de formación de ciudadanos», pues en algunos momentos de la historia ha servido para acercar la educación a personas que no habrían podido acceder a ella de otra manera.
La Masonería atrae a personas de cualquier condición social con inquietudes intelectuales, morales y sociales que quieren compartir su afán de crecimiento con otras personas en un ambiente de respeto e igualdad a todas las opiniones. Además del diálogo sobre cuestiones sociales, nuestro método permite profundizar en cuestiones más profundas (metafísicas o trascendentales, si se quiere) y filosóficas mediante los símbolos y el ritual..
¿CUSTODIA UN SECRETO?
La Masonería no guarda ningún secreto. Por lo menos, a ninguno de nosotros nos lo han contado… debe ser muy secreto.
Algunas veces, se confunde lo iniciático con lo secreto. Si está recomendado vivir la iniciación sin conocer el rito antes, es porque ayuda a profundizar en la experiencia interior que busca la ceremonia, de otra forma pasaría a ser un mero trámite. Por este motivo, nos reservamos la explicación de nuestros ritos e iniciaciones. Pero si aún así, alguien persiste en que esto son “secretos”, en diferentes páginas de internet pueden encontrarse los manuales de instrucción de aprendiz, compañero y maestro, e incluso los rituales de los grados filosóficos. Cualquiera es totalmente libre de hacerlo. La Masonería implica estudio, pero especialmente es vivirla. La elección es enteramente de cada uno.
¿ES MUY COSTOSO PERTENECER A LA MASONERÍA?
Lógica y naturalmente, los masones deben contribuir solidariamente al mantenimiento de sus Logias y Obediencias, pero el monto y los términos de las aportaciones establecidas en sus reglamentos se prevén de tal manera que puedan ser cubiertas por todos y cada uno, sin implicar nunca un perjuicio para sí o para su familia.
¿ELITISTA?
No aceptamos fanáticos, integristas, racistas, xenófobos ni intolerantes de ninguna clase. En nuestro criterio de selección no se contempla ni el poder económico ni el prestigio del aspirante. La mayoría de nuestros integrantes son profesionales (profesores, médicos, periodistas, abogados, músicos, comerciales, funcionarios…). No se requieren estudios universitarios. Sólo coincidir en los valores humanísticos que la Masonería defiende y sostiene, y una inquietud interior en busca del crecimiento y perfección de uno mismo.
¿INICIÁTICA?
Si. La iniciación masónica no requiere conocimientos específicos. No es un acto de entrada sino el comienzo de un recorrido, una vía continua de potenciación de la calidad humana, en el convencimiento de que el camino del Hombre y de la Mujer pasa por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. La iniciación busca un proceso de reflexión interior, la generación de preguntas a uno mismo, meditar sobre la posición ante la vida y la sociedad. Cada uno de nosotros vive la iniciación de forma diferente, y ahí radica su sentido más íntimo.
¿PRETENDE DOMINAR EL MUNDO?
Esta, con ser la más ingenua e inverosímil de todas las injurias que nos han atribuido, es la que más ha calado en mucha gente y en muchas épocas. Hoy sigue viva gracias a la moda general de los conspiranoicos. Es uno de los prejuicios con los que no tenemos más remedio que lidiar. Se ha utilizado insidiosamente la larguísima lista de Grandes Hombres y Mujeres (presidentes, filósofos, científicos, ideólogos, humanistas, astronautas, inventores, músicos, precursores, políticos…) que fueron o son masones, para intentar puerilmente sostener una simpleza tan endeble, porque si realmente hubiera sido así, bastaría con dar una rápida lectura a tal lista para concluir que ya estamos dominando el mundo. Pero quienes viven la Masonería saben bien que eso no es cierto.
¿RITUALISTA?
Correcto. Un ritual es una ceremonia, como lo es la apertura de los Juegos Olímpicos, la entrega de diplomas de una universidad, la jura de la bandera o una misa. Nuestros rituales tienen tanta solera como muchas de ellas y expresan tradiciones que recuerdan un pasado entrañable. Los rituales masónicos, que carecen de dioses, dogmas y clérigos, proceden de la decantación histórica del trabajo humano, del pensamiento, de la razón humana. En nuestros ritos, todo el mundo sabe por qué hace lo que hace, de dónde procede y qué significa: no hay mecanicidad ni repetición sin sentido. Todo se entiende. Los rituales conservan el método masónico, la iniciación, un proceso de auto esclarecimiento o aprendizaje psicológico. Estos rituales han sido elaborados a lo largo de siglos y guardan una específica “ecología” emocional y simbólica; son un sutil y hermoso equilibrio de gestos y palabras que no puede ser alterado arbitrariamente.
¿SIMBÓLICA?
Sí. Una bandera es un símbolo para un país o región, como también lo es una cruz para un cristiano, una divisa para un hincha de fútbol, la estrella de David para un judío o un logotipo para una empresa. Provocan emociones y unifican e identifican grupos humanos. Si bien nuestros símbolos tienen también una significación igualmente precisa, no tienen una interpretación unívoca. Para los masones, los símbolos son como señales colocadas en cada bifurcación del camino: indican la dirección y el destino al que llevan, pero no es obligatorio seguirlos.
¿CON QUÉ PARTIDO POLÍTICO SE IDENTIFICA MÁS?
La Masonería, no está vinculada a ningún partido político; no se sitúa ni por encima ni por debajo de ellos. Los partidos políticos se organizan para adquirir y ejercer el poder, para representar los intereses de los distintos estratos y clases sociales. La Masonería no busca participar del poder; se sitúa en el ámbito social, humano, espiritual, lo cual, por supuesto, no implica desentenderse de los problemas de la sociedad.
Los miembros de las órdenes masónicas, a título individual, suelen participar en la vida política: casi todos los presidentes de Estados Unidos del siglo XX fueron masones, tanto republicanos como demócratas. líderes políticos que representan posturas opuestas, como Sir Winston Churchill y Mahatma Gandhi, Ronald Reagan y Salvador Allende, conservadores, liberales, socialistas, socialdemócratas y revolucionarios, han surgido de las filas de la Masonería. Sin embargo, es díficil encontrar entre ellos adeptos a ideas extremistas como el nazismo o el fascismo.
Se atribuye a figuras públicas masónicas la abolición de la esclavitud, la independencia de los estados de Europa Central y Oriental y América Latina, la fundación de la Cruz Roja, la Sociedad de Naciones y, posteriormente, las Naciones Unidas, la educación pública gratuita y obligatoria, la separación entre Iglesia y Estado, la seguridad social, la planificación familiar y la lucha contra el racismo.
Como reza un conocido dicho: «La masonería no está en ninguna parte, los masones están en todas partes». Esto significa que los políticos pertenecientes al movimiento masónico pueden representar nuestros principios en la vida pública, pero actúan únicamente en nombre de su partido y nunca en nombre de la masonería.
¿QUÉ DEBE SABER QUIEN DESEA UNIRSE A LA MASONERÍA?
Dado que las órdenes masónicas que operan en todo el mundo no tienen ni un centro ni un dogma que abarque varios países, definen su esencia de diferentes maneras. Generalmente coinciden en lo siguiente:
La Masonería actual es una orden universal que tiene su origen en el arte de la arquitectura y transmite su simbolismo a través de ceremonias de iniciación.
Su objetivo es “convertirse en un centro de unidad y un medio para forjar verdaderas amistades entre personas que de otro modo permanecerían perpetuamente distanciadas”.
El "arte real", como se denominó en su momento a la Masonería, como organización filosófica formada para el estudio y la difusión de las ciencias y las artes, se diferencia de otras instituciones que persiguen un objetivo similar en que no proclama sus enseñanzas en forma de declaraciones preformuladas, sino que anima a sus miembros a encontrar su propia verdad siguiendo el camino de la iniciación.
La Masonería da la bienvenida a hombres y mujeres libres y de principios que compartan los principios mencionados y deseen actuar.
SI NO TIENEN NADA QUE OCULTAR, ¿POR QUÉ LO OCULTAN?, ¿POR QUÉ NO PUBLICAN LOS NOMBRES DE SUS MIEMBROS?
Como medida de precaución. En Estados Unidos y Gran Bretaña, los masones generalmente no ocultan su afiliación. En el continente europeo, en Asia y África, la experiencia histórica demuestra que los regímenes autoritarios y las dictaduras consideran a la masonería su principal enemigo. Durante siglos, la Iglesia Católica no aceptó que hombres de diferentes religiones, ni siquiera personas no religiosas, se reunieran para hablar de libertad, igualdad y fraternidad.
En el siglo XX, las dictaduras de derecha y ultraderecha se cobraron millones de víctimas y entre esas víctimas, miles de masones.
Incluso hoy, en el siglo XXI, no es raro que organizaciones de extrema derecha nos amenacen, y que algunos sacerdotes, clérigos y pastores de diversas denominaciones cristianas intenten desacreditar a nuestros miembros desde el púlpito. ¿Cabe sorprender entonces que, a pesar de no ser una organización secreta —ya que estamos registrados en todas las instancias legales de cada país, gestionamos muchos sitios web, publicamos documentos y organizamos conferencias públicas—, tratemos los nombres de nuestros miembros con absoluta confidencialidad?
¿UNA AGENCIA DE CONTACTOS?
Quien se acerque a nosotros con esa idea se ha equivocado de puerta. En la Masonería se practica la solidaridad, como es de esperar de una institución que predica la Fraternidad, pero se detecta muy fácilmente a quienes se acercan nada más que con ese propósito. Por otra parte, y sirva como dato ilustrativo, en nuestros talleres hay hermanos en paro en el mismo porcentaje que en el resto de la sociedad.
¿UNA ESTRUCTURA AUTORITARIA?
Otro mito que nos gustaría aclarar. Todos los cargos, hasta los más altos, son elegidos por sufragio universal, reelegibles sólo una vez y por un máximo de seis años. No reconocemos líderes ni mandatarios vitalicios.
¿UNA SECTA?
En absoluto. La Masonería es todo lo contrario de una secta: no busca la sumisión de sus miembros a ningún gurú o líder, no exige obediencia ciega, no lava el cerebro de las personas ni controla sus mentes (nos esforzamos precisamente en que cada cual piense por sí mismo), no aísla a nadie de su entorno familiar, no genera enfermizas dependencias emocionales que cuesta muchísimo trabajo curar y no obliga a sus fieles a “entregar todo lo que tienen” para enriquecer al jefe a cambio de “salvar su alma”. Es al revés: prepara para cada uno de sus miembros un camino personalizado hacia la maestría de sí mismo.
La Masonería no admite a menores de edad en las Logias y se dirige a personas libres, dotadas de autonomía como individuos: la Logia no somete a sus miembros a ningún tipo de dirección espiritual o ideológica y sostiene la más absoluta libertad de conciencia. El método masónico no es un camino de salvación de carácter religioso, sino un proceso de auto esclarecimiento continuo, compatible con cualquier fe religiosa o esotérica que no anule la libertad del individuo.
¿UNA SOCIEDAD SECRETA?
No. Si fuéramos secretos no tendríamos una página web explicando cómo somos, qué hacemos y dónde estamos. Simplemente no tiene sentido alguno. Cierto que en nuestro entorno muchas veces se malinterpreta el hecho de ser masón, por ello algunos de nuestros miembros prefieren no hacer pública su pertenencia a una organización masónica. Es una decisión totalmente individual que el resto de los miembros de la organización debemos respetar.
¿EXISTE UNA CULTURA MASÓNICA?
Sí, la cultura masónica está al alcance de cualquier persona con inquietudes y deseos de mejoramiento moral, espiritual e intelectual. A través del debate de temas filosóficos, científicos y humanistas en las Logias, los masones desarrollan y comparten conocimientos que fortalecen sus valores humanos.
¿VIVE DEL PASADO?
Si consideramos que nuestra divisa de Libertad, Igualdad y Fraternidad fue bandera de la Revolución Francesa y que los fundadores de los Estados Unidos de América eran todos masones, como lo fueron los líderes de la Independencia de toda Latinoamérica, nos parece justo congratularnos de nuestro pasado. Pero son ahora el racismo, la xenofobia, la degradación del planeta, el fanatismo religioso, el terrorismo, la situación de la mujer, la problemática del Tercer Mundo, la generalización de la codicia, la pérdida de valores éticos, los crecientes abusos del poder y muchos otros asuntos similares los que calientan nuestras tenidas (reuniones).
¿ES COSA DE HOMBRES?
La Masonería no hace ninguna distinción por género. Cierto que existen organizaciones masónicas exclusivamente masculinas y otras exclusivamente femeninas. No es nuestro caso, y si bien respetamos que cada organización realice el camino masónico que considere más adecuado, no consideramos que la segregación por género facilite el trabajo masónico.
.jpg)

